Blogia

LINA VILA

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Contraté al auditor de sueños ajenos para que chequeara los tuyos. Antes de empezar, me avisó de que en su informe sólo podía mencionar los sueños en los que aparecía yo, aunque fuera como personaje secundario. También me dijo que si yo no aparecía me cobraría igual. Hace de esto dos años y aún no he abierto el informe.

[Para leer todos los "Microcruentos", pincha aquí]

ERZÄHLUNGEN/ RELATOS [2005], exposiciones en Alemania y España

ERZÄHLUNGEN/ RELATOS [2005], exposiciones en Alemania y España

ERZÄHLUNGEN/ RELATOS
Exposición colectiva, en Alemania y en España, de Lina Vila, Alicia Vela, Mapi Rivera, Carmen Molinero y Margarita García Buñuel

[Para leer más información sobre la exposición, pincha aquí o aquí]

Víctor Juan escribe sobre Lina Vila [2006]

Víctor Juan escribe sobre Lina Vila [2006]

Quizá porque no hay nada que acompañe al ser humano desde el génesis como el dolor, lo efímero y el deseo de trascender la muerte, Lina Vila (Zaragoza, 1970) busca lo eterno recreando esos temas y nos ofrece una reflexión sobre la fragilidad de las emociones y de los sentimientos, sobre la fugacidad de la alegría, de la plenitud, sobre el paso del tiempo, sobre el miedo y el dolor. La obra de Lina Vila nos recuerda nuestra propia vulnerabilidad. Vanitas es uno de los títulos frecuentemente repetidos en sus obras porque mientras nos pensamos frecuentemente repetidos en sus obras porque mientras nos pensamos poderosos, duraderos, importantes e imprescindibles la vida nos demuestra que todo es tan casual como un accidente del destino...

[Si quieres seguir leyendo, pincha aquí]

 

Tarjeta de la exposición de Lina Vila "Como un animal salvaje" [2008]

Tarjeta de la exposición de Lina Vila "Como un animal salvaje" [2008]

Tarjeta de la exposición de Lina Vila "Como un animal salvaje" [2008]

 

Vigilia [2004], catálogo de la exposición

Vigilia [2004], catálogo de la exposición

En 2004, dentro del programa de "Arte Joven en Itinerancia", Lina Vila preparó una exposición llamada Vigilia.

Para Chus Tudelilla, autora del texto de presentación:

“Lina Vila interroga al cuerpo, lo inserta en el tiempo de la vida, dejando abiertas las heridas de la muerte y las dolencias de la fragilidad.

Cuerpos fragmentados y sábanas hilvanadas que perseveran en configuraciones antropomórficas de cuerpos que nunca se pertenecieron, se dejan caer descubriendo lo precario del existir. Confusión y desconcierto de una cultura construida sobre la violencia. Vestigios de dramas psíquicos y emocionales, de experiencias abusivas que destruyen y humillan. Fragmentos corporales enredados en alambres de espino insultan la piel que, transparente, invita a adentrarnos en las regiones interiores del cuerpo físico. Hilos rojos dibujan siluetas y trazan el tortuoso itinerario de los sistemas nervioso y circulatorio, donde está la vida: las espinas se tornan entonces en hojas que cubren protectoras la desnudez de unos cuerpos metamorfoseados en árboles, convertidos en extensión de la naturaleza, en un acto de reafirmación.”

[Para ver el catálogo completo, pincha aquí]

Intervención de Lina Vila en el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres [2]

Intervención de Lina Vila en el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres [2]

fotografía de Ana Bendicho

Lina Vila ha clavado ramas de color rojo que parecían crecer del maniquí, para representar a una mujer seca por el maltrato

[para seguir leyendo la crónica de Teresa Morte en Aragón Digital, pincha aquí]

Intervención de Lina Vila en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres

Intervención de Lina Vila en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres

Fotografía: Pedro Etura

Lina Vila creó a la mujer seca, despojada de emociones, deseos, ilusiones y dignidad

[para seguir leyendo la crónica de Marta Garú en Heraldo de Aragón sobre los actos del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres pincha aquí]

Día Internacional para la eliminación de la Violencia Contra las Mujeres

Día Internacional para la eliminación de la Violencia Contra las Mujeres

El IAM ha organizado actos reivindicativos para denunciar la Violencia Contra las Mujeres. El lunes 24 de noviembre, en el Paseo de la Independencia de Zaragoza, a partir de las 11 de la mañana, varias artistas y diseñadoras, entre ellas Lina Vila, Ana Bendicho y su estudio Novo y Margó Venegas realizarán una intervención.

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Quería creer que las manchas de la piel eran mapas de

islas perdidas, remotos naufragios... pero sólo eran moraduras.

[Para leer todos los Microcruentos, pincha aquí]

Lina Vila expone en el Monasterio de San Juan de la Peña

Lina Vila expone en el Monasterio de San Juan de la Peña

El martes 18 de noviembre, a las 12 de la mañana, se inaugura en el Monasterio de San Juan de la Peña, Huesca, la exposición "Rarezas de artista", colectiva comisariada por Manuel Pérez Lizano, en la que participa Lina Vila y en la que también figuran Mapi Rivera, Sergio Abraín, Paco García Barcos, Paco Rallo, Miguel Galanda, Jesús Fraile y Javier Joven, entre otros.

[Para leer la información publicada en Diario del Alto Aragón, pincha aquí]

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Al fin consiguió el amor de la persona sin piernas, aunque

para eso tuvo que amputarse los brazos.

[Para leer los demás "Microcruentos", pincha aquí.]

Ilustraciones de Lina Vila: cubierta de Ondjaki

Ilustraciones de Lina Vila: cubierta de Ondjaki

Cubierta para la editorial Xordica de Y si mañana el miedo, libro de relatos del escritor angoleño Ondjaki.

Exposición de Lina Vila, Nantes, 2003

Exposición de Lina Vila, Nantes, 2003

Lina Vila expuso en Clisson, Nantes, el año 2003. Para ver virtualmente la exposición pincha aquí.

Ilustraciones de Lina Vila: cubierta de Artigrama

Ilustraciones de Lina Vila: cubierta de Artigrama

Lina Vila ha dibujado cubiertas para algunas revistas, como Artigrama, del Departamento de Arte de la Universidad de Zaragoza.

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Todos estaban siempre malos (enfermos). Creían que

alguien les estaba haciendo vudú, aunque nunca hablaban

de eso. Cada noche, revisaban sus pasados. Se recocían a

solas en sus culpas sin dejar de mirar la tele. Les daba

igual un programa que otro, pues todos tenían su película

interior.

[Para leer todos los "Microcruentos" y ver todas las ilustraciones, pincha aquí]

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Va y viene sin pensar en nada mientras el mundo explosiona.

Su nueva camisa blindada le inmuniza contra la metralla.

Lo malo es cuando hay que echarla a lavar.

[Para leer todos los "Microcruentos" y ver todas las ilustraciones, pincha aquí.]

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Relatos de Mariano Gistaín, ilustrados por Lina Vila

Hacíamos experimentos con estudiantes. Todo era

legal, habían firmado contratos, etc. Cuando algo fallaba yo

debía entregar las cenizas a la familia. Ayer llegué muy

pronto al laboratorio y vi que el cuerpo tenía cabeza de

ratón. Aún parpadeaba al meterlo en el horno.

[Para leer el resto de los "Microcruentos", pincha aquí.]

Retrato de mujer con bestias, de Antón Castro

Retrato de mujer con bestias, de Antón Castro

"Retrato de mujer con bestias" es el texto que Antón Castro ha escrito para el catálogo de la exposición de Lina Vila, Como un animal salvaje:

Lina Vila tuvo una certeza inmediata tras recibir su primera caja de colores. En la cocina, alguien le oyó decir: “De mayor querré estudiar Bellas Artes”. Así lo hizo. Con ese ímpetu que la caracteriza, con una determinación de seda y hierro. Así es Lina casi siempre: seda y hierro. Frágil, acaso de agua y temblores, modelada por dentro y por fuera con tierra sedimentada por la luz y la mudanza de las estaciones, y fuerte e indomable como el hierro: tenacidad, piedra pura, determinación de ser contra viento o marea, o mejor aún, en el centro mismo de la tempestad.

 

Desde aquella intuición infantil, Lina Vila no ha parado: estudió tal como había soñado en Barcelona, asistió a las clases del acuarelista José Luis Cano Peñarroya, realizó cursos de grabado con Alicia Vela, en un tiempo en que sus artistas preferidos bien podrían ser Toulouse-Lautrec y Goya, en un tiempo en que el arte y las imágenes fluían como un arroyo incesante de ideas, de conceptos, de técnicas, de estremecimientos. En esa travesía de formación, Lina acudió a un curso de postgrado, y las prácticas consistían en ir al zoo de Barcelona a dibujar animales, a copiar contornos, ojos, la atmósfera de reclusión y, sobre todo, la potencia casi sobrecogedora del animal. Quizá entonces también aprendió algo más: aquellos seres salvajes y prisioneros, observados a diario por la mirada estupefacta de tantos visitantes, estaban tan desvalidos como aparentaban. Estaban desvalidos como cualquier ser humano.

La evolución de Lina Vila la llevó a la Casa de Velázquez y a otras experiencias. Siempre ha sido una pintora en el camino, una dibujante en el estudio. Uno de los proyectos que definía ya su personalidad fue La vida y sus sombras, una muestra variada y amplia que era una meditación sobre la memoria, la vejez, su propia abuela Juana, y la conquista de un espacio de intimidad. En una ocasión, me dijo Lina: “Crecí con mi abuela materna, Juana, la vi envejecer, la vi morir. Fue una persona muy especial para mí. Creo que todas las obsesiones de esa muestra venían de ahí. Era ciega. La dibujaba constantemente, cientos de veces incluso. Era mi modelo más constante. Y la conciencia de la finitud me ha llevado a reflexionar sobre el paso del tiempo, la vejez, las herencias inmateriales, los lazos de la memoria”.

Otra muestra que expandía la gran sinfonía del cuerpo doliente, por decirlo así, fue Me llamo rojo, que era la síntesis de sus dos años en la Casa de Velázquez y que se exhibió en 2004 en el monasterio de Veruela. Tenía algo de mirada al frenesí del propio cuerpo con la artesanía de una criatura que exhibe sus cicatrices y que borda, puntada a puntada, su propio corazón. En una ocasión, dijo: “El cuerpo es un gran laboratorio de miedos”. Y en 2006, en el Museo de Albarracín, Lina Vila dio un paso más: encaminó sus pesquisas sobre la relación entre el cuerpo y la naturaleza, el cuerpo y la flora arborescente, el cuerpo y la tierra, y así tejía, como Frida Kahlo tal vez, su propio mapa de los sentimientos, el torbellino orgánico de sus emociones. Aquella muestra de Albarracín tenía un apéndice fundamental: unas piezas minúsculas, rebosantes de color, que se alzaban sobre una maleta de madera y que representaban algo que le obsesiona a Lina Vila: el dolor. Que le obsesiona, o que se le escapa como una sierpe o una corriente de aire, y llega al centro nuclear de su producción. El dolor explícito, el dolor sugerido, el dolor que envuelve la existencia y se pega al cuerpo, el dolor que zarandea una y otra vez con la furia del escorpión.

         Quizá hasta entonces los animales habían tenido una presencia particular en la obra de Lina Vila. Y de golpe, como quien se zambulle en los bestiarios mediales, como quien redescubre aquellas alimañas en cautividad del zoo, la artista empezó a pintar animales: animales con ella, animales junto a un cuerpo que era el suyo, animales en plena naturaleza, una veces invernal y casi metafísica, otras veces de exuberante primavera. Todo ese trabajo, ese gran ejercicio plástico de variaciones sobre un tema o de oscilaciones del rojo carmín y sus heridas, cristalizó en dos muestras: Animales conmigo, que se vio este mismo año en la galería de Mario Campos, y en Consejos de madre, más amplia aún, que se colgó poco después en el Espaciovalverde de Madrid. De entrada, hay que decir algo: el universo de Lina Vila se ensanchó con una fuerza enorme y con una espléndida y variada iconografía que tenía en el dominio del dibujo uno de sus repentinos destellos. De esa copiosa e intensa labor derivó otra pequeña colección de piezas para una colectiva en la galería A del Arte. Lina Vila ha dicho una y otra vez que esa obra había nacido de un período convulso, de una etapa de crisis: crisis consigo mismo en primer lugar, crisis de amor y creación, crisis con el otro, crisis con el mundo, crisis con los padres, Pedro Vila y María García, que tanto le han influido, y que siempre han estado ahí, literalmente fascinados por su quehacer en continuo crecimiento.

Los animales son los otros. La bestia es el otro: el adversario, el cómplice, el amigo que se aleja, el amante del que una se aleja. Aunque Lina ha dicho que los animales no deben verse en una clave simbólica, es obvio que ella es la criatura vulnerable, la sacerdotisa, que se reúne con ellos en el corazón del bosque. Que indaga en sí misma y en ellos, que busca respuestas, que persigue sombras en la nieve, que halla sombras en la enramada. Los animales, por lo regular, bellamente dibujados, están coloreados con ese característico rojo carmín de Lina, y ella, su cuerpo menos nítido, como contorneado tras un ademán de veladura, se ha representado en blanco, gris o levemente pintada de rosa. Los animales se arriman al precipicio, contemplan un paisaje casi desolado, esperan en la fronda, acechan, miran a esa mujer –ángel, sacerdotisa, amazona de tinieblas o desolada ninfa del valle- que parece ejecutar una rara terapia del alma. Lina Vila, más que nunca tal vez, hace arte del cuerpo y de su desnudo más integral, hace arte de la vida y sus puñales, y se muestra como lo que es: vulnerable, indefensa, diana cazadora en la selva de la sangre y la luz, como un animal salvaje que olisquea la tarde, la espesura, el refugio matricial. Como un animal salvaje, inyectado de ternuras, que convive con los cuervos, las águilas y los buitres, con los alces y los ciervos, los lobos y los zorros, los guepardos y los simios, la cabra…

Animales conmigo también era y es la narración de los animales que Lina lleva dentro. El ciervo alude, y cito el Diccionario de símbolos de Juan Eduardo Cirlot, “al Árbol de la Vida, por la semejanza de la cornamenta con sus ramas arbóreas. También es símbolo de la renovación y crecimiento cíclicos”. Cirlot resalta su aspecto físico por “su belleza, su gracia, su agilidad”, y además es un animal claramente místico. Lina bien podría haber leído esta cita sobre el buitre: “…en la India, (…) el buitre aparece como símbolo de las fuerzas espirituales protectoras que sustituyen a los padres, siendo emblema de abnegación y consejo espiritual”.

Encuentro en el Diccionario de zoología en el mundo clásico, que preparó Fulgencio Martínez Saura, esta glosa de Plinio a propósito del zorro: “Según Plinio, en los países extranjeros dicen que el zorro interviene en los presagios, siendo un animal de tal sagacidad que en Tracia, durante el invierno, solo se cruzan los ríos helados por los lugares en que lo hacen estos animales, para ello, ponen su oreja sobre la superficie helada y detectan si la corriente está muy cerca o por el contrario está bajo una espesa capa de hielo, en cuyo caso se atreven a cruzar el río”. Y la traigo aquí por connivencia o proximidad con algo que presiento que está en estas obras: un aura glacial, una gelidez emotiva, un extrañamiento constante, una pugna por ser contra la escarcha de los elementos, contra los carámbanos del desamparo.

         Lina Vila habla de sus asuntos más permanentes: el sufrimiento, el dolor, la vecindad de la muerte, la imaginación y la fantasía, el cuerpo, el amor y la vida, la vida, sobre todo, que se derrama incontenible, intensa y misteriosa como una huella de felino. Si existe una pintura de sentimientos, está aquí y es ésta: la de Lina Vila, esa mujer a la intemperie de seda y hierro que se atreve a cruzar, entre bestias, el fuego y la nieve.

         Como un animal salvaje. Lina Vila. Desde el 31 de agosto al 5 de octubre. La muestra y el catálogo rinden homenaje a Pedro Vila, padre de la artista, poeta secreto y mecenas de mil y un proyectos.

Como un animal salvaje, exposición de Lina Vila

Como un animal salvaje, exposición de Lina Vila

A partir del 31 de agosto, domingo, y hasta el 5 de octubre, se podrá ver en Cariñena, la nueva exposición de Lina Vila, Como un animal salvaje. Antón Castro ha escrito el texto del catálogo, en el que dice:

Lina Vila hace arte del cuerpo y de su desnudo más integral, hace arte de la vida y sus puñales, y se muestra como lo que es: vulnerable, indefensa, diana cazadora en la selva de la sangre y la luz, como un animal salvaje que olisquea la tarde, la espesura, el refugio matricial. Como un animal salvaje, inyectado de ternuras, que convive con los cuervos, las águilas y los buitres, con los alces y los ciervos, los lobos y los zorros, los guepardos y los simios, la cabra…

Consejo de Madre en ABC

Consejo de Madre en ABC

Virginia López publicó en el suplemento cultural de ABC una crítica de Consejo de Madre, la exposición de Lina Vila en el Espaciovalverde de Madrid:

SIN PUDOR QUE VALGA

La obra de Lina Vila (Zaragoza, 1970) posee un sorprendente carácter barroco, inusual en plena contemporaneidad artística, apreciable una vez que obviamos su cualidad formal y nos centramos en el concepto. Un sentido revelado en los simbolismos empleados, sólo que, en este caso y a diferencia del citado movimiento, para hacernos llegar hasta ellos se despoja de todos los formalismos pictóricos que entorpecen, abigarran y ocultan al ojo aquellos elementos que les son indispensables: los transmisores del mensaje. Al tiempo, es un mostrar sin decir; una sugerencia al aire abierta a interpretaciones. Construye alegorías de la vida, de su vida, por medio de unas obras que siguen evolucionando, buscando «el» lenguaje, a partir de una serie de ítems recurrentes. Su definición, frente a la sutileza de las casi sanguinas, ofrece la primera clave de lectura: el yo en oposición al otro como medio para diferenciarse, para entenderse, para mostrar el desacuerdo. Una obra que pretende escapar de convencionalismos y expone sin resquicio de pudor el momento vital de una autora definida como una de las jóvenes promesas del arte actual.