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LINA VILA

LINA VILA, BLANCO

LINA VILA, BLANCO

La galería Espacio Valverde les invita este jueves a la inauguración de la exposición

LINA VILA, BLANCO

Inauguración jueves 7 de marzo de 20 a 23 horas

BLANCO SOBRE BLANCO
             La cosa más común en todas las vidas: perder a alguien. Se sobrelleva que el muerto, el ausente, se haya convertido en algo imaginario, en algo casi falso, pero el deseo que se tiene de él no es imaginario, ni falso. La soledad donde nos deja la muerte de alguien a quien hemos amado proviene en buena medida de que de pronto nos vemos solos en terrenos donde esa persona ya no tiene parte. Hay en el duelo una domesticación radical y nueva de la muerte que tiene que hacer a solas cada individuo; pues antes era sólo un saber prestado (torpe, venido de los otros, de la filosofía, de los libros, del arte) pero ahora es mi saber. Lina Vila hace de ese testimonio del duelo lo que hacen los artistas de raza; un saber que desea perpetuar al muerto y dar consuelo en la creación de algo bello, algo íntimo y algo comunicable. El cráneo y el testimonio vegetal, el cráneo y la mariposa, Lina Vila es una artista esencial que pone de manifiesto que la mayoría de la gente especula con simple habilidad sintáctica sobre cosas que fingen sentir. El saber del duelo proviene, Lina lo sabe, de sostenerle la mirada a nuestro radical contrario; cruzar el miedo, cruzar el dolor, cruzar la ausencia para llegar a la restauración, para llegar a la revelación. Que todo eso pueda hacerse con la delicadeza y el amor que rezuman estos dibujos es un milagro parecido al de que la suma de todos los colores sea el blanco.

Andrés Barba
Naturalezas cercanas, de mi entorno más inmediato, procedentes de los árboles del lugar en el que vivo, en una línea que entronca con la tradición de los trabajos de Giovanna Garzoni o de Clara Peeters, por ejemplo; en un intento de crear algo "bello" a partir de una experiencia de vacío y desesperada soledad y de un tiempo quizá demasiado largo sin realizar apenas un dibujo.
Formatos más reducidos que en otras ocasiones y que me han permitido vivir momentos de mayor recogimiento e intimidad en tiempos de grandes fríos.
Aún así, y tratando de hacer, como digo, algo bello, paralelamente a estas vanitas de naturalezas que aún no están muertas, que aún viven en el árbol; surgen otros dibujos quizá más duros que me han permitido superar un tabú, el de la representación del cráneo, que había sido hasta el momento algo prohibido, algo impensable, algo lejano por el miedo que siempre suscita; pero al mismo tiempo, algo muy humano.
Lina Vila

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